Creo que alguna vez os conté que me muero por los bizcochos/tartas
de zanahoria. De hecho, en su día os subí la receta de la clásica carrot cake americana, y una receta de batido saludable de carrot cake.
Aunque la carrot cake que os indico arriba es deliciosa, es una tarta pensada para ocasiones especiales, no para consumirla de manera habitual , por eso, he querido enseñaros una versión saludable que podéis comer tranquilamente y preparar a menudo para alegraros los desayunos y las meriendas.
La verdad es que no estaba segura de el resultado. No pintaba mal a simple vista, pero al final, hasta que la pruebas, nunca lo sabes.
Os tengo que decir, que no me ha gustado, me ha encantado, y se va a convertir en una receta clave en mi casa para preparar en desayunos y meriendas porque tiene un sabor irresistiblemente delicioso.
Ingredientes para un molde rectangular de silicona mediano:
- 40 gr de harina de avena
- 1 puñado de nueces partidas en trocitos
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 140 gr de zanahoria cruda rallada
- 1 cucharada de levadura
- La ralladura de 1 limón mediano
- 5 claras
- 1 cucharada de aceite de oliva suave
- 2 cucharadas de leche
- Canela al gusto
- Edulcorante al gusto (yo eché 4 cucharadas de stevia en polvo)
Cobertura (opcional, si queréis convertirlo en tarta)
- 1 yogur griego natural
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 2 cucharadas sopera de queso crema (yo utilizo el queso proteico de eatlean, pero podéis utilizar philadelphia light o el que más os guste)
Preparación:
Rallamos la zanahoria con un rallador. Mezclamos con la levadura, harina de avena, ralladura y nueces.
Precalentamos el horno a 180º por arriba y por abajo.
Incorporamos a lo anterior las claras, la leche y el aceite, y mezclamos bien hasta que esté todo bien integrado.
Añadimos canela y edulcorante, y vertemos en el molde previamente engrasado.
Horneamos durante 25 minutos, aproximadamente.
Si queréis convertirla aun más en la típica carrot cake, podéis crear la cobertura mezclando yogur griego natural con una cucharadita de esencia de vainilla y crema philadelphia light (o mi favorita, la crema de queso proteica de eatlean.
Os aseguro que el resultado del bizcocho es brutal. No tiene nada que envidiar a cualquier bizcocho tradicional hecho con harina de trigo y mantequilla.
Tiene una textura súper jugosa, y el limón y la canela le dan un toque riquísimo y estoy segura de que os va a encantar.
Cualquier duda, ya sabéis, encantada de responderos.
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