¿Os gustan las espinacas? Yo las utilizo bastante porque como ya os he comentado en otras ocasiones, son muy bajas en calorías, tienen multitud de  vitaminas y son ricas en fibra. De todos los vegetales, las espinacas son las que tienen una mayor cantidad de proteínas, por lo que nos vienen genial para tener energías el resto del día, y sobre todo ahora que estamos todos con la astenia primaveral y nos sentimos muy cansados.

Como la pasta me encanta, esta vez he decidido hacer una receta de tallarines combinándolos con las espinacas. El requesón, que es el otro clave de esta receta, es una fuente importante de proteínas de alta calidad, con un gran porcentaje de agua (80%) y un contenido de grasa menor que el de la mayoría de los quesos (4 gr por cada 100 de alimento). Tiene un sabor muy suave y es apropiado para su uso tanto en recetas dulces como saladas.

El resultado de estos tres alimentos combinados con el ajo y las especies, dan como resultado unos tallarines jugosos, completos y con mucha personalidad. Os cuento como los tenéis que preparar.

Ingredientes para 3 personas:

• 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
• 2 dientes de ajo
• 225 gr tallarines
• 125 ml de leche semidesnatada
• 325 gr de requesón 0%
• 115 gr de espinacas frescas
• Sal
• Media cucharadita de café de: Sal de ajo y nuez moscada
• Una pizca de pimienta negra
• Opcional: Parmesano en polvo para espolvorear

¿Cómo lo hacemos?

Lo primero que vamos a hacer es poner una olla con agua y sal a hervir para cocer la pasta. Cuando esté, retiramos y reservamos. No tiréis todo el agua, guardaros media tazita (aprox 125 ml)  para agregarle a la pasta y que esté más jugosa si se queda seca.

Mientras se cocina la pasta, preparemos la salsa. Comenzamos cortando el ajo muy picadito. En una sartén, calentamos las dos cucharadas soperas de aceite de oliva y añadimos el ajo. Lo dejamos aprox. 1-2 minutos a fuego medio.

A continuación , añadimos la leche, la sal, la sal de ajo, la pimienta y el requesón y removemos con unas barillas hasta conseguir una cremita (aprox. 3 minutos). Es normal que queden grumos porque la textura del requesón es granulada

Poco a poco, vamos añadiendo las espinacas y removiendo para que se vaya integrando. Cocinamos hasta que las espinacas estén bien hechitas (aprox. 5 minutos).

Ya solo queda añadir la pasta cocida a la salsa y mezclar muy bien. Si veis que tiene poca salsa o que se ha quedado un poco sequito, podéis añadir un poquito del agua de la pasta que habíamos reservado o un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Optativo: Espolvorear con parmesano al gusto.

¡¡A comer!! ¿Os ha gustado? Una forma fácil, saludable y diferente de disfrutar de los tallarines.

Un abrazo!

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