Lo sé. Habéis leído el título y se os ha caído la baba. ¡Normal! A mi también me pasó lo mismo cuando la vi por primera vez en «Como he puesto la cocina».
Ésta tarta de mousse de dulce de leche está espectacular, y al contrario de lo que podáis pensar, es súper suave. El dulce de leche aporta únicamente el toque dulce necesario, ya que al combinarlo con la nata, no resulta nada empalagosa. En parte se debe también a su textura mousse.
De base para la tarta he utilizado mis galletas preferidas; spéculoos, pero podéis utilizar las galletas que más os gusten. Quedará bien igualmente.
En cuanto a la cobertura de chocolate, no queda dura del todo pero si con consistencia (recuerda a un bombón) . Yo os recomiendo que saquéis la tarta una hora antes de comerla para que se temple un poquito y no quede crujiente. He utilizado solo chocolate negro para darle un punto de contraste al dulzor del mousse y de la galleta, pero si os gusta menos intenso podéis utilizar cobertura de chocolate con leche.
Lo bueno que tiene esta tarta es que no puede ser más sencilla, así que tenéis que animaros a hacerla porque os aseguro que triunfará allá donde la llevéis.
Para la base de spéculoos:
- 120gr de galletas spéculoos (yo usé la marca Lotus)
- 50 gr de mantequilla (yo usé Asturiana ligera y sin lactosa)
Para la mousse de dulce de leche:
- 500 ml de nata para montar (muy fría para que monte bien)
- 275 gr de dulce de leche (yo usé el de la marca argentina mardel)
- 4 hojas de gelatina
Para la cobertura:
- 125 ml de nata para montar (muy fría para que monte bien)
- 125 gr de chocolate especial para postres/cobertura
- 40 gr de mantequilla (yo usé Asturiana ligera y sin lactosa)
Base:
Yo utilicé un molde desmontable porque para este tipo de tartas de nevera que no son tan consistentes me resulta más cómodo de cara a servirla después.
Trituramos las galletas hasta hacerlas polvo con la ayuda de una picadora, o si no tenemos, de la forma tradicional metiendo las galletas en una bolsa y aplastando con el rodillo.
Derretimos la mantequilla en el microondas unos segundos (no os paséis del tiempo que explota y os pone todo perdido ;)).
Volcamos el polvo de galleta en el molde, echamos la mantequilla por encima y mezclamos bien. Aplastamos con una cuchara o con la mano para que esté repartido por toda la base y metemos en la nevera.
Mousse de dulce de leche:
Llenamos un plato sopero de agua templada e introducimos las hojas de gelatina para que se hidraten.
Calentamos 40 segundos el dulce de leche en el microondas para que sea más manejable y reservamos.
Montamos los 500 ml de nata hasta que tenga una consistencia óptima.
Poco a poco y siempre con movimientos envolventes, vamos a ir juntando la nata con la mezcla de dulce de leche hasta que la crema esté homogénea. En este momento, vertemos encima de la galleta y refrigeramos un par de horas.
Una vez que la tarta ya haya cogido consistencia, vamos a preparar la cobertura.
Derretimos el chocolate junto con la mantequilla en el microondas de 30 en 30 segundos (mezclando de vez en cuando) hasta que esté totalmente derretido.
Montamos los 125 ml de nata restante y mezclamos con el chocolate. Vertemos encima de la tarta y refrigeramos otro par de horas. Podéis hacerla de un día para otro perfectamente, de hecho, es lo recomendable para que coja sabor y consistencia.
Así es como queda:
¿Os gusta? A mí al verla en esta foto me recuerda a un twix gigante, aunque el sabor nada tiene que ver jejeje. Mirad como queda el corte:
Tenéis que animaros a probarla. Con lo fácil que es no tenéis excusa y está deliciosamente rica :D. Espero que os haya gustado tanto como a nosotros, porque ¡¡No dejamos ni las migas!!
Cualquier pregunta, estaré encantada de contestaros.
¡Un abrazo queridos foodlovers!