Layer cake de naranja y chocolate

Hace unos 7 años paseando por Vigo, entré en una de mis pastelerías preferidas y descubrí la que se convertiría en mi galleta favorita. Se trata de una galleta de chocolate negro y naranja que se deshace en la boca dejándote un sabor intenso a cacao con un toque de naranja delicioso. Me comería una todos los días y creo que no me aburriría nunca! Os cuento esto, porque desde ahí, la combinación de chocolate y naranja se ha convertido en una pieza clave en mi repertorio de dulces.

Es por esto, por lo que hoy os enseño esta receta: Layer cake de naranja y chocolate. Para los que no lo sepáis, una layer cake es un pastel relleno a capas recubierto de algún frosting, ganaché etc. En este caso lo abrí solo en una capa porque quería que fuera más ligero, pero si lo queréis más grande y potente, podéis abrirlo en cuantas capas como queráis, lo único que tenéis que tener en cuenta es que necesitaréis el doble o triple de relleno.

Es una tarta muy jugosa. La naranja le da un toque súper fresquito y el chocolate fondant le aporta un dulzor muy agradable y una textura perfecta. Es fácil de hacer pero requiere tiempo porque tiene bastantes pasos, sin embargo, está tan rico que merece la pena el esfuerzo. De todas formas, he de reconocer que el bizcocho de por sí, sin nada, ya es una delicia, así que si estáis perezosos o queréis algo más ligero, preparad solo el bizcocho y también tendréis un éxito asegurado ;):

Ingredientes para un molde de 26 cm:

Para el bizcocho de naranja:

200 gr. de azúcar
400 gr. de harina
150 ml. de aceite de oliva suave
3 huevos grandes
1 cucharada sopera de azúcar avainillado
1 sobre de levadura tipo royal
El zumo de 2 naranjas pequeñas
La ralladura de la piel de una naranja pequeña (podéis utilizar la misma que para el zumo)

Para el almíbar:

300 gr. de agua
250 gr. de azúcar
5 gr. de esencia de vainilla
La piel de 1 naranja pequeña (podéis utilizar la misma que para el zumo)
20 gr zumo de naranja natural

Para el relleno:

1 tableta de chocolate negro pequeña (100 gr aprox.)

Para la cobertura:

200 g de chocolate para postres (de cobertura)
200 ml de nata líquida
1 cucharada sopera rasa de mantequilla

¿Cómo la hacemos?

El bizcocho:

En primer lugar, cortamos la piel de una de las naranjas, rallamos la piel de la otra y preparamos el zumo con las dos anteriores y reservamos.

A continuación, cogemos un bol grande, y con las varillas, mezclamos enérgicamente los huevos, el azúcar y el azúcar avainillado hasta que estén bien integrados. Añadimos el aceite y mezclamos nuevamente. Incorporamos el zumo de naranja y la ralladura y removemos.

Precalentamos el horno por arriba y por abajo a 170 º.

Poco a poco vamos añadiendo la harina mezclada con la levadura y mezclamos bien hasta que tengamos una mezcla homogénea. Echamos el contenido en el molde que vayamos a utilizar previamente engrasado con mantequilla o aceite (si es de silicona o utilizáis papel de horno no hace falta). Horneamos durante aproximadamente 50 minutos o hasta que veáis que está cocido. Para comprobar si está hecho, meted un palillito y cuando salga limpio será el momento de sacarlo del horno.

El almíbar:

Mientras el bizcocho se cuece en el horno prepararemos el almíbar. En un cazito pequeño, añadimos el agua, azúcar, esencia de vainilla, piel y zumo de naranja y calentamos a fuego medio alto hasta llevar a ebullición. En ese momento, retiramos del fuego y dejamos enfriar.

El relleno:

Cuando el bizcocho se haya enfriado, lo partimos a la mitad y echamos almíbar en ambas partes con la ayuda de un cucharón. Si tenéis un cortador profesional os quedará perfecto, si no, utilizad un cuchillo grande como en la foto.

A continuación, en el microondas, derretimos la tableta de chocolate negro de 30 en 30 segundos. Cuando esté derretida completamente, la extendemos por la mitad del bizcocho y tapamos de nuevo.

Continuamos echando almíbar por el resto del bizcocho hasta que se cubra todo bien para que quede jugosito.

La cobertura:

En un cazo pequeño, incorporamos el chocolate de cobertura, la nata y la mantequilla y calentamos a fuego medio removiendo constantemente con las varillas hasta que se derrita y esté bien integrado.

En este momento, lo vertemos por encima de la tarta cubriendo todo bien.

Adornamos con lo que queramos (yo he utilizado chocolate blanco rallado y tres bombones) y dejamos enfriar para que se endurezca el chocolate. Lo ideal es que pasen por lo menos unas 8 horas para que coja bien el sabor y la consistencia adecuada.