Cuando busco restaurantes para comer o para cenar, si no voy a un sitio concreto que me hayan recomendado, me fijo mucho en el local.

La chimenea fue uno de esos que siempre me llamaba la atención cuando pasaba por delante. Tiene una cristalera enorme alrededor de todo el restaurante, y en su interior, una decoración muy cuidada, moderna y con un estilo industrial muy chulo.

Como me llamaba tanto la atención y había oído hablar bien de ellos, decidí que tenía que probarlo, así que reservamos por internet y allá nos fuimos.

Si tuviera que destacar algo, diría que los camareros nos parecieron muy amables y cercanos y la comida nos la sirvieron muy pronto.

Como principales probamos la hamburguesa a la brasa, que era una ración bastante grande y estaba acompañada de patatas. Estaba buena, pero tampoco me decía más. Las he probado mucho mejores en otros locales de Madrid.

Sin embargo, el pulpo a la brasa nos sorprendió. La preparación era diferente a la versión tradicional que acostumbramos a comer,  y tenía una textura y un sabor delicioso.

Pero que vamos a decir.. en realidad nos enamoraron con el postre. Pedimos brownie y.. mirad que brownie!!!! Era enorme, y la verdad es que con la combinación de helado de pistacho le quedaba súper bien.

Nos quedamos con ganas de probar más platos porque había varias opciones como los raviolis rellenos de perdiz en salsa de hongos o los crepes rellenos de txipirón con su propia salsa, que nos llamaba la atención pero no íbamos con tanta hambre. Volveremos otro día y veremos qué tal .

El restaurante podéis encontrarlo en la calle Orense 70.

Precio medio: 25€ (con descuento si reserváis por el tenedor)

Un abrazo mis querid@s foodlovers :*

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