Hace tiempo que tenía pendiente escribir este review pero entre unas cosas u otras se me ha ido pasando.

Hace un mes y medio, buscando restaurantes para celebrar la cena de navidad, descubrimos el restaurante La dominga, y ¡Qué gran descubrimiento!.

Nos habían hablado bien del local y de su cocina, pero ya sabéis que hasta que uno lo prueba por si mismo, no se fía del todo.

Nos ofrecieron un menú de navidad  variado, elaborado y con muy buena pinta, por lo que nos pareció genial. Sin embargo, teníamos un problemilla, y es que dos de nuestro equipo eran intolerantes al gluten y a la lactosa, razón por la cual les pedimos si podrían elaborar un menú especial para ellas dos.

Hablamos con Diego, uno de los magníficos cocineros que forman parte del equipo, y no solo no pusieron ninguna pega, si no que nos prepararon un menú igual o incluso mejor que el normal. A nuestras chicas les encantó.

La dominga se encuentra en una de las calles de moda de malasaña, concretamente en la calle del Espíritu Santo, 15 (metro tribunal).

Es un local pequeñito pero acogedor, decorado con un estilo antiguo con toques vintage.

Lo que más nos gustó, aparte de la comida que os contaré a continuación, fue la amabilidad  de los cocineros y de la camarera, que estaba atenta en todo momento a nuestra mesa y que rebosaba simpatía.

Probamos muchos platos debido a los dos menús degustación que habíamos encargado, por eso, para no eternizaros, os voy a enseñar solo un par de ellos para que os podáis hacer una idea de su cocina ;).

Tartar de atún, brotes y mousse de aguacate, ligeramente picante. No soy muy fan del tartar, sin embargo, he de reconocer que estaba muy rico. El maridaje que llevaba el atún le suavizaba el sabor, y el mousse de aguacate le daba un toque muy interesante.

Falso ravioli de calabacín relleno de pollo de corral en caldo de su propio jugo. Un plato cargado de sabor y muy original. Nos gustó mucho.

Rissoto de setas, trufa y parmesano. Para mí, el mejor plato. Muy cremoso, en su punto y con un sabor marcado a trufa..un 10.

Carrilleras ibéricas glaseadas sobre puré de apio nabo y crujiente de boniato. La carne espectacular, se deshacía en la boca y tenía una salsa para mojar pan y no parar. El crujiente de boniato muy rico, y el puré no me terminó de gustar porque no me gusta nada el apio, pero eso ya es un tema de gustos personales.

Brownie de chocolate y nuez con helado de dulce de leche. Un clásico para disfrutar.

En resumen, un restaurante recomendado al 100%.

Por cierto, no podía despedirme sin destacar su pan. Un pan recién hecho, calentito, con la miga súper blandita la corteza crujiente y en su punto. ¡Un vicio!

Un abrazo mis querid@s foodlovers :*

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