La idea inicial de los creados de Macarela era trasladar un trocito del corazón de Cádiz al centro de Madrid, y sin duda, lo han conseguido. No solo por la calidad de sus ingredientes, entre los que destaca el atún, si no también por el ambiente que han creado en el interior de sus restaurantes.
Como veis, se trata de un espacio atractivo, luminoso, original y decorado con un encanto que hace que te sientas realmente a gusto.
Antes de comentaros lo que probamos, deciros que lo hicimos con la opción del menú del día (12,90€). Nos pareció súper abundante y de una calidad muy alta para el precio en cuestión. Para que os hagáis una idea, si decidís comer de carta, os saldrá por una media de 25-30€ por persona.
Comenzamos con una crema de zanahoria y mejillones deliciosa, con un sabor de ingredientes perfectamente equilibrado y muy muy suave.
Continuamos probando, por un lado, unas Carrilleras de ternera con salsa agridulce y frambuesas acompañadas de puré de patata. Un plato que nos encantó y nos resultó súper sabroso. La carne era muy tierna, la salsa deliciosa y el puré de patata muy cremoso. No pudimos acabar el plato porque era enorme, pero la verdad es que lo volveríamos a pedir sin pensárnoslo dos veces.
Por otro lado, probamos el Bonito encebollado, una pieza grande, en su punto de cocción y con un sabor marcado por la cebolla y la salsita, que similaba a un escabeche muy ligero.
No os enseño el postre, porque la verdad es que estábamos tan llenos que no pudimos probarlos, pero tenían unas tartas con muy buena pinta que tendré que catar en próximas visitas.
En resumen, un nuevo descubrimiento en Madrid que sin duda recomiendo.
La ubicación es muy buena, en pleno centro de Madrid a tan solo unos pasos del metro Alonso Martínez. Podéis encontrarlos en la calle Monte Esquinza, 39.
Un abrazo mis queridos Foodlovers :*
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