El patio del fisgón es un restaurante precioso situado en el barrio de Salamanca. Concretamente en la calle Don Ramón de la Cruz, 26.

Como podéis ver en las fotos, se llama así por su gran patio, decorado con toques vintage, muy luminoso por sus grandes ventanales, y con una sensación de frescura gracias a las plantas que cubren sus paredes.

El patio del fisgón cuida hasta el más mínimo detalle para que todo encaje a la perfección.

La carta es muy amplia y tiene todo tipo de platos. La verdad es que fui un día por la semana y no tenía demasiada hambre, pero aun así me costó bastante decidirme.

De primero probé la ensalada de pollo a la provenza y aguacate (9,8€). RIQUÍSIMA. La combinación de pollo a la provenza, con la salsita, el aguacate y el huevo poché resultaba perfecta. Realmente disfruté con la ensalada como si de otro entrante cualquiera se tratara, cosa que no suele pasar en la mayoría de los sitios en los que pido ensalada, en los que suele estar bastante sosa y con textura plasticosa.

De segundo me decanté por el revuelto de trufa negra y emmental (8,20€). Muy jugoso, con un suave y delicioso toque a trufa. Para repetir.

No probé ningún postre porque como os comentaba no iba muy hambrienta, pero volveré porque me quedé con muchas ganas de probar los chipirones encebollados con hummus (11,50€) y la tarta fina de manzana hecha al momento (6,25€).

En resumen, un restaurante precioso con una amplia variedad de platos que seguro que encajan con alguno de vuestros gustos.

Podéis reservar a través de la web, eso si, hacedlo con tiempo porque suele estar lleno.